Diálogo interno
Todos mantenemos un diálogo cotidiano con nosotros mismos. Este diálogo interno es el reflejo de nuestras emociones. En este artículo vamos a conocer cómo podemos mejorar nuestro diálogo interno.
Tabla de contenidos
¿Qué es el dialogo interno?
El diálogo interno es la charla cotidiana que tenemos nosotros mismos. Es un modo de autorreflexión que influye en nuestras emociones, en nuestros comportamientos, y significativamente en nuestra autoestima.
Charles Fernyhough, psicólogo de la Universidad de Durgham, explica que el diálogo interno genera casi 4.000 palabras por minuto, 10 veces más que un diálogo verbal.
La forma en la que te hablas a ti mismo condiciona tu capacidad para afrontar las dificultades y determina la toma de decisiones.
¿Cómo es tu dialogo interno?
Te invito a pensar en las palabras que te has dicho hoy desde que te despertaste hasta este momento.
¿Cuáles fueron las palabras que más recuerdas?
Quizá tu diálogo interno haya pasado por los "deberías": "Tengo que hacer ...", "qué no se me olvide ...", "debo poder ...",
O este ubicado en el negativismo: “¿Cómo he sido capaz de decir semejante tontería? , “Vaya que eres tonto / a”, “solo a mí se te ocurre una burrada como esta”, “que idiota soy”.
En un artículo de la revista electrónica Psicología hoy, el Ph.D Raj Raghunathan señaló que hasta el 70% de nuestros pensamientos son negativos.
El diálogo interno negativo modifica el cerebro y hace que seamos más vulnerables a trastornos como el estrés , la ansiedad y la depresión . Eso fue lo que descubrió en un estudio John H. Krystal, profesor de Medicina de la Universidad de Yale.
En conclusión, si no desarrollamos la capacidad de darnos cuenta de cómo es nuestro diálogo interno y cómo este afecta a nuestras emociones y conductas, difícilmente podremos actuar sobre nuestro diálogo para modificarlo.
Cuatro estilos de diálogo interno negativos
Los siguientes cuatro estilos de diálogos o narrativas internas son los más dañinos ya que se ha demostrado que actúan como detonantes de la ansiedad , la angustia, el estrés y la depresión .
- El estilo catastrófico: Este estilo de diálogo interno consiste en creer que cualquier cosa que ocurra puede convertirse en una tragedia cuando menos se lo esperan. El tipo de conversaciones son negativas. El diálogo interno suele estar enfocado hacia el futuro, anticipando situaciones complicadas y magnificando situaciones que están sucediendo o van a suceder. Las personas con este estilo de diálogo interno suelen usar frases o expresiones como: “Esto no va a salir bien”, “se va a poner peor”, “no lo voy a lograr”, “lo voy a dañar”.
- El estilo autocrítico: Esta conversación interna se basa en juzgamientos negativos. Las personas con este estilo de diálogo interno suelen usar frases o expresiones como: "No vales nada", "nunca lo vas a conseguir", "no te mereces esto" . Tambien se caracterizan por compararse con los demás para enfatizar su poca valía y mantener su autocritica.
- El estilo victimista: Este diálogo interno se enfoca en la queja y lamentaciones. Las conversaciones internas se limitan a recalcar lo malo de la situación y la queja. Las personas con este tipo de diálogo interno utilizan la queja, pero no tienen ninguna predisposición a hacer algo por cambiar las cosas. Se resignan y ponen énfasis en que las cosas ocurren de manera determinada sin que ellas pueden hacer nada. Suelen usar frases como “Sufro ya nadie le importa”, ”nadie me entiende”, “nadie me valora” , “no le importo a nadie”.
- El estilo autoexigente: Este tipo de diálogo interno lo que suele utilizar las personas perfeccionistas. La conversación se enfoca en los propios y recalcan el hecho de que no pudieron alcanzar el objetivo. Estas personas nunca están satisfechas con cómo hacen las cosas y son intolerantes con sus propios errores. Las frases que se repiten suelen ser de este tipo: "Esto no está perfecto", "no ha salido como me hubiera gustado", "no has hecho tu mejor", "lo hubiera hecho de otra manera", "si lo hubiera hecho" de x forma ”.
Ten presente que, en alguna situación concreta de nuestra vida, puede que algún pensamiento encaje con cualquiera de estos estilos. Sin embargo, el problema no es cuando se trata de algo puntual, sino cuando el estilo catastrófico, autocrítico, victimista o autoexigente se convierte en un patrón repetitivo en nuestro diálogo interno.
¿Por qué transformar el dialogo interno?
En líneas anteriores ya vimos lo perjudicial que puede ser un diálogo interno negativo y el impacto que esto puede traer a nuestras vidas.
El diálogo interno cambia nuestro cerebro. Un diálogo interno positivo puede fortalecer áreas cerebrales que ayudan a gestionar mejor el estrés, regular el estado del ánimo, fortalecer la autoestima e incluso mejorar la capacidad de resolución.
Por el contrario, un diálogo interno negativo puede llevar a cabo estados perjudiciales. Esa vocecilla interna puede resultar un juez muy severo que puede perjudicar tanto la salud física como psicológica.
En resumen, todo lo que pasa en nuestra mente impacta en nosotros de alguna manera, ya sea de manera positiva o negativa. Cambiar esa voz interior es de vital importancia para reducir riesgos de trastornos como la depresión y la ansiedad.
Beneficios de un dialogo interno positivo
- Reducir las probabilidades de sufrir depresión
- Disminuye los niveles de ansiedad
- Reducir los niveles de estrés
- Mayor resiliencia
- Mayor resolución de problemas
- Fortalece la autoestima
- Mayor autoconfianza
- Mejora la calidad de vida
- Bienestar físico y emocional
¿Cómo transformar el dialogo interno?
¿Descubriste que tu diálogo interno tiende a seguir un patrón negativo?
A continuación, te dejo algunas recomendaciones que te pueden ayudar a mejorar tu diálogo interno.
- Cuantos son tus sensaciones corporales: Primero, céntrate en las sensaciones corporales no más. Pregúntate: ¿Qué estoy notando? ¿Por ejemplo, puedes sentir la mandíbula contraída o los puños apretados?
- Identifica tus emociones: Identifica si estás sintiendo ira, miedo, ansiedad, angustia, estrés, tristeza, o cualquier otra emoción. Al identificar, reconocer y nombrar las emociones el cerebro emite sustancias que ayudan a equilibrar y armonizar la parte emocional. Lo que te permitirá ser más resolutiv @.
- Reconoce tu dialogo interno: Observa cómo te hablas, ¿qué te estás diciendo para sentirte así? Tal vez descubras que tu diálogo interno tiende a conversaciones negativas. Recuerda que es posible que utilices alguno de los cuatro diálogos internos negativos para una situación específica. Lo interesante es descubrir si hay una tendencia a utilizar estos diálogos con frecuencia. Si te dices cosas del tipo: “No valgo nada”, “esto es muy injusto”, “no hago nada bien”, “que idiota soy” … debes reflexionar sobre el tipo de diálogo que mantienes contigo mism @.
- Desafía tu dialogo interno: Una vez hayas notado tu diálogo hazte consciente de la carga negativa que estas imprimiendo tu realidad y busca afrontar el pensamiento que te llevo a este diálogo interno. Por ejemplo, si te dices “no me sale nada bien” , puedes comprobar que es una exageración, pues en otras ocasiones has tenido éxito, así que sabes por experiencia que si te salen las cosas muy bien, solo que esta vez no tuviste lo que esperabas.
- Cambia tu dialogo: Ahora pregúntate qué puedes decirte a ti mismo / a sobre esa misma situación que te haga sentir mejor. Quizá en lugar de "no hago nada bien" cambia por "Hoy las cosas no me están saliendo como esperaba, sin embargo, seguiré haciendo mi mejor"
- Vuelve a identificar las emociones: Una vez hayas cambiado tu diálogo interno vuelve a poner la atención a las emociones, observa tu estado emocional para apreciar los cambios que se habrán dado.
- ¿Cuáles son las sensaciones corporales ?: Toma conciencia de las sensaciones físicas que notas ahora que ha cambiado tu diálogo interno negativo por otro más favorecedor.
- Acción: En este último paso pregúntate cuál es el primer paso que debes dar ahora para cambiar esa situación que no está como te gustaría. Este último paso es esencial, ya que la acción elimina la sensación de inmovilidad que te genera la preocupación por algo.
Tambien puedes resumir los pasos haciéndote las siguientes preguntas:
- ¿Qué pasaría si en vez de pensar esto de manera negativa, pensara algo más positivo?
- ¿Cómo me sentiría?
- ¿Cuál de los dos pensamientos (negativo o positivo) me ayuda más?
- ¿Qué podría hacer para mejorar esta situación?
¡No olvides que eres lo que piensas!
Te invito a continuar tu lectura con los siguientes artículos: El poder de la gratitud , Resiliencia, Egoísmo sano.
Espero que la información anterior te ayude a mejorar tu vida, tu bienestar emocional y que comprendas en solo de ti depende el éxito de tus relaciones.
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