Cómo manejar una conversación difícil
Las conversaciones difíciles no son frecuentes y quizá esta sea la razón por la cual no tenemos las herramientas necesarias para afrontarlas de manera asertiva cuando llegan.
En este articulo exploraremos las claves necesarias para manejar una conversación difícil. Asimismo, te daré algunas pautas para salvar una conversación si esta escalando negativamente.
Tabla de contenidos
La conversación difícil
En algún momento de nuestra vida vamos a tener una conversación difícil ya sea en el lugar de trabajo, en el entorno familiar o a nivel personal.
La mayoría de las veces la conversación puede tener aspectos difíciles de gestionar y es allí cuando pueden surgir las reacciones fuera de control, lo que inevitablemente hará que la conversación y las reacciones escalen a grandes pasos hasta el punto incluso de llegar a aspectos irreconciliables.
También es posible que estemos aplazando constantemente una conversación difícil por temor a las reacciones o consecuencias de la conversación.
Un estudio realizado por Instituto Global de Desarrollo de Liderazgo entrevistó a 350 personas y el 75% de los encuestados manifestó que tenía una conversación difícil que abordar pero que no deseaban tenerla. En otras palabras, la estaban evitando.
Conflictos y consecuencias para la salud
Con el tiempo la energía negativa de los conflictos no resueltos y el estrés propio de la situación le pasarán factura a nuestro cuerpo. Seguramente ya conoces las consecuencias de mantener un elevado y constante estrés. Y es que cuando estamos alterados en nuestro sistema se producen una serie de acciones a nivel químico y físico que con el pasar de los días notaremos en nuestro cuerpo síntomas.
Claves para abordar una conversación difícil
A continuación, te dejare las cinco claves principales para manejar una conversación difícil y tener resultados exitosos.
- Verificar el objetivo
Es común que cuando tenemos un tema conflictivo, busquemos culpables y señalemos al otro buscando tener la razón. Sin embargo, esto en lugar de acercar nos aleja de la solución.
Entonces la primera clave será identificar la razón por la cual resulta difícil abordar la conversación difícil. Con frecuencia puede estar relacionada con emociones displacenteras, experiencias previas u otros aspectos ligados con los vínculos afectivos.
En esta clave nuestro trabajo será encontrar un punto en común para tener la conversación y dar la posibilidad a un resultado exitoso para ambas partes.
Por ejemplo, mejorar la relación de trabajo, encontrar mayor confianza en la relación de pareja, acordar mejores practicas comunicativas entre compañeros, etc.
- Hablar desde una perspectiva personal.
La interpretación que damos a determinadas acciones o comportamientos es en gran medida lo que bloquea la fluidez en una conversación. Pues es posible que interprete determinada acción como un ataque y ante ese “ataque” mi reacción sea la defensa, esto elevará el conflicto y reducirá la posibilidad de encontrar puntos en común y por lo tanto habrá menos predisposición a una solución.
La clave está en abordar la situación o tema conflictivo desde cómo nos afecta objetivamente a nivel individual. Una gran estrategia son los mensajes “yo”. Estos mensajes dan una orientación hacia la solución sin culpabilizar a ninguna de las partes. Por ejemplo, en lugar de decir: “Eres un irrespetuoso siempre llegas tarde a las reuniones”, cambiarlo por: “Me siento irrespetado cuando llegas tarde a las reuniones, me gustaría que esto cambiara”.
Este tipo de mensaje nos ayuda en dos aspectos: estamos expresando nuestra incomodidad y estamos igualmente ofreciendo un cambio para mejorar la relación/situación.
- Permitir la vulnerabilidad
Social y culturalmente nos han enseñado que no es bueno mostrar nuestra vulnerabilidad, pues la creencia es que se utilizará en contra nuestra. Parafraseando a Brené Brown en su charla TED “La vulnerabilidad no es debilidad, de hecho, es la forma de medir la valentía”. (si te interesa la charla la encuentras en Netflix: La llamada a la valentía o su libro: El poder de la vulnerabilidad).
Para manejar una conversación difícil es necesario estar dispuestos a mostrarnos vulnerables y admitir fallos nuestros que hayan podido desencadenar reacciones en otros.
Mostrarnos vulnerables contrario a lo que nos han enseñado es la oportunidad de crear un espacio seguro con esa persona que estamos buscando tener una conversación difícil.
- Integra la empatía
Es poco probable que alguien se despierte con la intención de hacernos la vida a cuadritos. Así que la cuarta clave para manejar una conversación difícil es ser empáticos y buscar comprender la postura de la otra persona. Entender la postura del otro no quiere decir que la aceptemos. Pero una vez comprendamos los porqués de algunos comportamientos será más fácil hacer sugerencias para el cambio y/o solución.
No sé si a ti te haya pasado, pero a mi me ha sucedido en más de una ocasión que estoy rumiando un tema en mi cabeza y la preocupación que me estoy creando me lleva a reaccionar más irritable en entornos que no están relacionados con el tema de mi preocupación. Tener presente que cada persona esta lidiando con diferentes problemáticas puede ser un llamado a la empatía.
- El final es tan importante como el comienzo
Terminar la conversación difícil de manera clara es fundamental. En palabras de Brené Brown: “Claro es amable”. Es crucial aclarar dónde estaba, cómo progresó y hacia dónde irá.
Podemos decir en otras palabras que es crucial terminar una conversación difícil con un sencillo resumen del proceso y recordar la meta a conseguir.
Por ejemplo, podemos agradecer la disposición de la otra parte al escucharnos y participar en la solución, seguido del resumen y puntualizar las tareas para la solución.
Ninguna conversación difícil saldrá tal como la planeamos, sin embargo, seguir estas claves aumentará la probabilidades de éxito. Es muy importante mantener una actitud de respeto, una escucha activa y una apertura a las propuestas y al cambio.
Que hacer si la conversación esta escalando negativamente
No todas las conversaciones se darán en sintonía de cooperación. Es posible que nos encontremos en medio de una conversación realmente difícil donde nuestro interlocutor no logre escuchar por la carga emocional. Dificultando la comunicación y la posibilidades de solución.
Cuando la gente está enojada tiende a tener dos reacciones: Huye o te ataca. Para reestablecer una comunicación eficaz es necesario hacer que se involucre el cerebro en la dinámica. ¿Cómo hacer eso? A continuación, te dejo algunas pautas:
- Mantén la calma. Ya hay una persona alterada en la conversación. Dos personas alteradas no elevaran la posibilidad de solución.
- Trátalos como niños en medio de una pataleta. No intentas razonar con un niño en una pataleta, así que no intentes razonar con un adulto en un berrinche.
- Ralentiza la conversación. Si el/la interlocutor/a está enojado/a gritando en lugar de decir “cálmate o deja de gritar” di: ¡Por favor, háblame más despacio! Esa solicitud inesperada le dará un respiro a la situación para retomarla con mas calma.
- Pregunte. Una vez ya tengas la atención y calma del /la interlocutor/a en lugar de dar explicaciones o juzgar, pregunte ¿Qué te gustaría que hiciera? Esta será la ventana de oportunidad para hallar razonablemente soluciones a la situación conflictiva.
- La última palabra. Puede resultar tentador al final dar una explicación o hacer un juzgamiento, como un último intento de tener razón. Sin embargo, se habrá perdido todo el esfuerzo por salvar la conversación. En su lugar, permita que se sientan "bien" si eso te permite lograr tu verdadero objetivo.
Espero que la información anterior te ayude a mejorar tu vida, recuerda que solo de ti depende el éxito de tus relaciones, tu bienestar mental y salud emocional.
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Te invito a continuar tu lectura con la importancia de la comunicación en tiempos difíciles que es un tema relacionado con este artículo.
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